Nombre: k-co
Ubicación: Chile

Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás. y , a pesar de ello, quererme mucho.

lunes, septiembre 05, 2005

Relato...

Les dejo este mensaje para q piensen en todas las cosas lindas q les ha entregado la vida y para q valoren aún más lo que tienen a su lado... lo material no es nada, lo espiritual es lo que realmente alimenta...

Moraleja: Cuando la rabia te invada frente a alguien, piensa 100 veces antes en lo que dirás a esa persona... porque muchas veces herimos al prójimo sin tener esa intención y cuando reaccionamos, ya es demasiado tarde para enmendar ese error... bye


Una chica estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un aeropuerto.
Como debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y también un paquete con galletitas.
Se sentó en una sala del aeropuerto para poder descansar y leer en paz.
Asiento de por medio, se ubicó un hombre que abrió una revista y empezó a leer.
Entre ellos quedaron las galletitas. Cuando ella tomó la primera, el hombre también tomó una.
Ella se sintió indignada, pero no dijo nada.
Apenas pensó: "¡Qué descarado; si yo estuviera más dispuesta, hasta le daría un golpe para que nunca más se le olvide!".
Cada vez que ella tomaba una galletita, el hombre también tomaba una.
Aquello la indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar.
Cuando quedaba apenas una galletita, pensó: "qué hará ahora este abusador?".
Entonces, el hombre dividió la última galletita y dejó una mitad para ella.
Ah! No!. Aquello le pareció demasiado! !. ¡Se puso a bufar de la rabia!.
Cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sector del embarque.
Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa, allí estaba su paquete de galletitas, intacto, cerradito. .¡Sintió tanta vergüenza!.
Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba.
¡Había olvidado que sus galletitas estaban guardadas dentro de su bolso!.
El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado.
Y ya no había más tiempo ni posibilidades para explicar o pedir disculpas.
Pero sí para razonar: ¿cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor? ¿cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas?

Y recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan:

1.- UNA PIEDRA, DESPUES DE HABER SIDO LANZADA.
2.- UNA PALABRA, DESPUES DE HABER SIDO PROFERIDA.
3.- UNA OPORTUNIDAD, DESPUES DE HABERLA PERDIDO.
4.- EL TIEMPO, DESPUES DE HABER PASADO.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

hay amiga ..que buen relato...me llego al alma...escribis bonito mi niña....besitos mongui bye¡.Karen

8:35 p. m.  

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